En esta segunda parte de la serie de entradas sobre los trastornos psicológicos hablaremos acerca de los trastornos psicóticos, más concretamente sobre la esquizofrenia.
Antes de entrar en materia debemos tener claro dos conceptos: Neurosis y Psicosis.
Son conceptos que se van abandonando. La neurosis se considera de origen "más psicológico ", por lo que se lleva a cabo un tratamiento psicológico. Es más cercano a estados emocionales "normales" como la ansiedad, la depresión, las fobias ... La psicosis, en cambio, se considera "más biológica", por lo que se da un tratamiento farmacológico, es, por tanto, más cercana al concepto de enfermedad médica, como lo es, por ejemplo, la esquizofrenia.
Tras conocer estos conceptos podemos entrar ya a hablar de la esquizofrenia.En primer lugar debemos saber que "psicosis" significa mente anormal. Los trastornos psicóticos son un tipo de trastornos donde hay una pérdida de contacto con la realidad, presentando síntomas como alucinaciones, delirios, pensamiento o conducta muy extraños ... Pero, psicótico no es sinónimo de psicopático.
La esquizofrenia significa mente escindida y afecta al 1% de la población. Es un trastorno de frecuencia similar en hombres y mujeres que se inicia en edad joven. Los síntomas de esta patología son, principalmente, ideas delirantes, alucinaciones y pensamiento desorganizado. Las ideas delirantes son creencias falsas que se mantienen todo y la existencia de evidencias en contra: de persecución, de grandeza, de control ... Las alucinaciones son especialmente auditivas y no se critican, sino que se viven como reales. En cuanto a pensamiento desorganizado, nos referimos a un pensamiento fragmentado, extraño y distorsionado. Además, los esquizofrénicos presentan una conducta inapropiada, un aplanamiento afectivo y un afecto inapropiado.
Todos estos síntomas de la esquizofrenia se clasifican en dos grupos: positivos y negativos. Los positivos son las alucinaciones, la conducta desorganizada o ideas delirantes, que intuyen un mejor pronóstico y, por tanto, una mejor respuesta al tratamiento. En cambio, los síntomas negativos son el afecto aplanado o el retraimiento. Estos últimos indican un peor pronóstico y una peor respuesta al tratamiento.
Además, diferenciamos cuatro tipos de esquizofrenia. La paranoide se caracteriza por la presencia de delirios y / o alucinaciones. La desorganizada presenta un discurso o comportamiento desorganizado, o inexpresividad o emoción inadecuada. La esquizofrenia residual es aquella posterior a que los síntomas positivos hayan desaparecido, retraimiento. Por último, la catatónica se caracteriza por la inmovilidad (o exceso de movimiento sin objetivo), el negativismo o repetición de los movimiento o discurso de los otros.
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